Comunes realizará su IV Asamblea Nacional: unidad, liderazgo transformador y compromiso con la paz

Comunes realizó su IV Asamblea Nacional: unidad, liderazgo transformador y compromiso con la paz

Del 7 al 9 de agosto, el Partido Comunes llevó a cabo su Cuarta Asamblea Nacional, un evento decisivo para fortalecer la unidad del partido surgido del Acuerdo de Paz, balancear los tres años del gobierno del cambio, analizar la situación política nacional, trazar la estrategia electoral para el 2026 y evaluar los avances en la implementación del Acuerdo de Paz, así como para definir las estrategias colectivas frente a los próximos desafíos políticos y sociales del país.

Con la participación de hombres y mujeres provenientes de 28 departamentos de todas las regiones, firmantes de paz, líderes sociales y representantes de comunidades, este espacio reafirmó el carácter revolucionario del partido, su compromiso inquebrantable con la paz con justicia social y ambiental, y su decisión de continuar trabajando al lado de todas las fuerzas democráticas y progresistas.

Un encuentro por la unidad y la reconciliación nacional

La IV Asamblea Nacional fue un ejercicio de democracia participativa interna en el que se abordaron temas claves como:

Fortalecimiento del partido como herramienta política para impulsar los cambios democráticos, la reconciliación nacional y la paz estable y duradera.

Agenda legislativa y territorial para defender los derechos humanos, avanzar en la justicia social y el desarrollo territorial, y garantizar la participación política de los firmantes del Acuerdo.

Estrategias contra la estigmatización y la violencia que afectan a líderes sociales y firmantes de paz.

Lineamientos para nuestra participación electoral en próximo año. 

En la declaración política, Comunes ratificó su compromiso con el Gobierno del Cambio encabezado por Gustavo Petroy con la construcción de un gran Frente Amplio, donde convergen todas las fuerzas democráticas en torno a un programa común. UNITARIOS, como esfuerzo organizativo, avanza en la dirección de consolidar listas abiertas al Congreso y una candidatura única a la presidencia en 2026.

Proyecciones y líneas de acción

El partido definió como prioridades para los próximos años:

Cumplimiento integral del Acuerdo de Paz, exigiendo al Estado su implementación plena.

Reforma política que garantice la participación de las mayorías históricamente excluidas.

Defensa de los territorios y derechos sociales, con leyes que reduzcan la desigualdad y fortalezcan la democracia.

Unidad antifascista y antiimperialista, para enfrentar las amenazas globales contra la vida, la dignidad y el planeta.

Solidaridad con el pueblo de Palestina y todos los pueblos que sufren la agresión del imperialismo, a la vez que se pronunció por la integración regional para enfrentar conjuntamente las amenazas de agresión. 

Además, convocó a militantes, organizaciones populares, juventudes, mujeres, comunidades campesinas, afrodescendientes, raizales, palenqueras, indígenas y diversidades a redoblar esfuerzos de organización y movilización, para que el cambio no sea solo institucional sino una obra colectiva del pueblo colombiano.

En honor a quienes han dado su vida por la causa popular, Comunes reafirmó que seguirá siendo una fuerza por la vida, la paz, la unidad y el socialismo, agradeciendo el acompañamiento internacional y reiterando su exigencia por la libertad de Simón Trinidad y todos los presos políticos.

¡Por la Paz con justicia social y la segunda y definitiva independencia de Colombia!

Comunes realizará su IV Asamblea Nacional: unidad, liderazgo transformador y compromiso con la paz
Comunes realizará su IV Asamblea Nacional:
Unitarios

UNITARIOS abre inscripciones para sus listas al Congreso y ratifica su compromiso con la unidad democráticasdcsdcsd

En el Salón de la Constitución del Capitolio Nacional, la agrupación UNITARIOS anunció la apertura de inscripciones para sus listas al Congreso de la República y reiteró su propósito de participar en las elecciones presidenciales del período 2026-2030 bajo un amplio frente político y social que continúe el proceso de cambio en Colombia.

La coalición está conformada por movimientos y partidos de izquierda y progresistas: Comunes, Esperanza Democrática, Partido del Trabajo de Colombia (PTC), Poder Popular, Partido Ecologista Colombiano, Todos Somos Colombia, Movimiento Político y Social Sí Podemos, Movimiento de Integración Democrática (MID), Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (MODEP), Democracia Desde Abajo, Movimiento Ciudadano Blanco, M-19, Juntanza y Somos Justicia.

Un proyecto de unidad para transformar Colombia

En la rueda de prensa, la Senadora Clara López Obregón leyó la declaración oficial, acompañada por dirigentes de las distintas fuerzas que integran UNITARIOS. El texto ratifica lavoluntad de:

● Defender el Gobierno del presidente Gustavo Petro y consolidar una candidatura presidencial única, respaldada por todas las fuerzas democráticas del país.

● Promover listas conjuntas Pacto Histórico – UNITARIOS, abiertas en Cámara, que amplíen la representación en el Congreso y fortalezcan el proceso de cambio.

● Conformar el frente político y social más amplio posible, con un programa de transformaciones de fondo para Colombia.

● Establecer criterios de transparencia, rendición de cuentas y trayectoria comprobada para quienes aspiren a las listas del Congreso.

Palabras del senador Julián Gallo

En nombre de la dirección del Partido Comunes, el senador Julián Gallo resaltó la importancia histórica de UNITARIOS:

“Queremos ratificar nuestro compromiso decidido para consolidar este esfuerzo unitario que hemos venido construyendo por más de año y medio. El surgimiento de UNITARIOS se enmarca en un contexto político e histórico marcado por la transición que se abrió con el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Todas las fuerzas sociales y políticas que hemos luchado a lo largo de la historia tenemos la responsabilidad de elegir hombres y mujeres que sean expresión de lo mejor de nuestro país. Solo consolidando mayorías en el Congreso podremos forjar el proceso de cambios y transformaciones que garantice el cumplimiento del Acuerdo de Paz. A eso invitamos a todos los jóvenes, mujeres, comunidades étnicas, trabajadores y trabajadoras de Colombia.”

Liderazgos y procesos sociales en todo el país

UNITARIOS se nutre no solo de partidos políticos, sino de liderazgos y procesos sociales de diversas regiones, que han trabajado durante décadas por la justicia social, la paz y la transformación democrática del país. Este esfuerzo colectivo busca representar las voces de los territorios, ampliar la participación política y construir una plataforma inclusiva para el cambio.

Día de la juventud

Día de la Juventud Rural, un llamado a la equidad y la construcción de paz

Se conmemora el Día de la Juventud Rural, una fecha para reconocer la fuerza transformadora de miles de jóvenes campesinos y campesinas que día a día trabajan por sus territorios, su cultura y su futuro. Desde el Congreso de la República, el senador Julián Gallo Cubillos reafirma su compromiso con esta población, históricamente excluida, para que sus voces sean escuchadas y sus derechos garantizados en todo el país.

Juventud rural: motor del desarrollo y la reconciliación

Los y las jóvenes del campo son protagonistas en la construcción de paz sostenible y en la búsqueda de una Colombia más equitativa. Sus esfuerzos por la defensa de la tierra, la producción agroecológica, la conservación ambiental y el arraigo cultural son fundamentales para avanzar hacia un país con justicia social y desarrollo territorial.

Sin embargo, enfrentan realidades complejas: falta de acceso a educación, salud y oportunidades laborales, ausencia de infraestructura básica, violencia en los territorios y estigmatización.

Compromiso desde el Congreso

El senador Julián Gallo ha reiterado la necesidad de implementar integralmente el Acuerdo de Paz, que incluye medidas para garantizar derechos sociales en Colombia y oportunidades para la juventud rural en materia de educación, formación técnica, acceso a tierras y proyectos productivos sostenibles.

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“Es urgente que el Estado deje de darle la espalda a los jóvenes campesinos y cumpla con los compromisos pactados en el Acuerdo Final. No puede haber reconciliación ni democracia verdadera sin justicia territorial y sin el reconocimiento pleno de quienes habitan y trabajan la tierra”, afirmó el senador.

Participación política de la juventud: el ejemplo de Comunes en los CMJ

Como parte de su compromiso con el liderazgo político y social en Colombia, el Partido Comunes presentó recientemente 35 listas con 124 candidaturas a los Consejos Municipales de Juventud (CMJ) en diferentes departamentos del país, incluyendo Antioquia, Bogotá, Bolívar, Valle, Chocó, Nariño, Arauca, Cundinamarca y Huila.

Estas candidaturas, conformadas mayoritariamente por mujeres y jóvenes de comunidades rurales y populares, buscan fortalecer los espacios de participación política juvenil y abrir caminos para que sus propuestas tengan representación en las decisiones locales que afectan sus territorios.

Con esta apuesta, Comunes reitera que la juventud rural no solo es protagonista en la producción y defensa de la tierra, sino también en la democracia participativa en Colombia, aportando a la reconciliación política y social que el país necesita.

Hacia un país con más oportunidades para la juventud del campo

Conmemorar esta fecha no es solo un gesto simbólico: es un llamado a la acción para avanzar en políticas públicas que fortalezcan el campo colombiano, reconozcan el liderazgo de los jóvenes en las comunidades rurales y promuevan su participación activa en la vida política y social del país.

El Día de la Juventud Rural nos recuerda que sin su aporte, la reconciliación nacional en Colombia y el futuro de la paz territorial serán incompletos.


Palabras clave integradas:

Juventud rural en Colombia, derechos sociales en Colombia, democracia participativa, desarrollo territorial y paz, implementación integral del Acuerdo de Paz, participación política juvenil, liderazgo político y social en Colombia, reconciliación nacional, construcción de paz sostenible, candidaturas CMJ Partido Comunes.


Carlos Ruiz Massieu se despide de la Misión de Verificación de la ONU: un legado por la paz de Colombia

Bogotá, Colombia – La salida de Carlos Ruiz Massieu como jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia marca el cierre de un capítulo clave en el proceso de implementación del Acuerdo Final de Paz. Durante más de cinco años, Ruiz Massieu fue una figura fundamental en el acompañamiento internacional para consolidar la paz estable y duradera que tanto anhela el país.

Un aliado firme del Acuerdo de Paz

Desde su llegada, Ruiz Massieu trabajó incansablemente por garantizar la verificación de los compromisos adquiridos entre el Estado colombiano y la antigua guerrilla de las FARC-EP, velando por la reincorporación de los firmantes, la seguridad en los territorios y el cumplimiento integral del Acuerdo. Su labor fue determinante para mantener la atención de la comunidad internacional en medio de las dificultades, los retrocesos y los riesgos de incumplimiento.

Retos que persisten en la implementación

A pesar de los avances, aún persisten enormes desafíos: los asesinatos de firmantes de paz y líderes sociales, la falta de garantías plenas para la reincorporación y la ausencia de voluntad política para aprobar las reformas contempladas en el Acuerdo. La comunidad internacional, a través de la ONU, ha sido enfática en la necesidad de que Colombia no se aleje de la ruta pactada en 2016.

Compromiso del Congreso y del senador Julián Gallo

Como firmante del Acuerdo y hoy senador de la República, Julián Gallo Cubillos reitera su compromiso con la implementación integral y con el legado de quienes, como Carlos Ruiz Massieu, han acompañado la construcción de paz en el país. La labor de la Misión de Verificación seguirá siendo vital para avanzar en la reconciliación, el cumplimiento de los derechos de las víctimas y la construcción de una Colombia sin violencia política.


🔑 Palabras clave: Carlos Ruiz Massieu, Misión de Verificación ONU, Acuerdo de Paz, implementación, reincorporación, líderes sociales, asesinatos de firmantes de paz, compromiso del Congreso, Julián Gallo Cubillos, proceso de paz en Colombia, comunidad internacional.

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Día Internacional de los Pueblos Indígenas: Resistencia y Dignidad.

Cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, para honrar su lucha histórica en la defensa de sus territorios, culturas, lenguas, derechos y, en general, su cosmovisión.

Colombia se une cada año a esta conmemoración, no sólo por ser una nación pluriétnica y multicultural, y uno de los países más diversos de América Latina -cuenta con 115 pueblos indígenas oficialmente reconocidos y más de 60 lenguas indígenas que pertenecen a 13 familias lingüísticas-, sino también porque esta nación tiene sus raíces en las prácticas ancestrales de dichos pueblos. Por ello, honrar su cultura y tradición es reconocer y proteger la historia y la memoria del país.

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Proteger los pueblos indígenas es defender la vida.

El país tiene una deuda histórica con los pueblos indígenas, ya que, según la Corte Constitucional, han desaparecido al menos 36 pueblos y al menos 70 están en riesgo de exterminio. Adicionalmente, durante décadas han sido despojados de sus territorios, invisibilizados en las decisiones del Estado, violentados, desplazados e incluso criminalizados por su labor en la defensa y protección de los recursos naturales y del territorio.

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No basta con conmemorar sus luchas y aportes a la construcción de la nación, sino que es fundamental propiciar escenarios de incidencia y participación efectiva, y construir mecanismos que garanticen el acceso real y efectivo a sus derechos.

Los pueblos indígenas y la construcción de Democracia

Las luchas históricas de los pueblos indígenas son un claro ejemplo de resistencia y dignidad, y han sido fundamentales en la construcción de una democracia más plural, inclusiva y coherente, pues mediante su incidencia han logrado ampliar el espectro político y el reconocimiento de su cosmovisión ha contribuido a repensar el desarrollo desde una perspectiva más justa con las comunidades y con la naturaleza.

Juicio a Álvaro Uribe Vélez: un paso hacia la verdad y la justicia

Julián Gallo Cubillos

Una señal de que la justicia avanza

El avance del juicio penal contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez representa un hecho sin precedentes en la historia reciente de Colombia. No se trata de una persecución política ni de un revanchismo personal, como algunos sectores han intentado posicionar. Se trata, ante todo, de un ejercicio legítimo del Estado de derecho y de la autonomía judicial, que debe ser respetado por todos los actores políticos y sociales.

Nadie por encima de la ley: garantía de no repetición

Durante décadas, amplios sectores de la sociedad colombiana —especialmente víctimas del conflicto armado— han exigido verdad, justicia y reparación, incluso frente a los más altos niveles del poder. Que un expresidente sea llamado a juicio demuestra que la justicia está viva y operando, y que ningún cargo o trayectoria política puede ser excusa para eludirla.

Este proceso judicial envía un mensaje claro: la impunidad no puede ser el destino de los crímenes que marcaron la guerra y el sufrimiento de miles de familias. Así se fortalece la democracia y se avanza en el cumplimiento del principio de no repetición, base de la justicia transicional.

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Por una paz que también signifique justicia

En un país que ha vivido más de medio siglo de guerra, la reconciliación solo será posible si hay verdad completa y responsabilidad asumida. El juicio a Álvaro Uribe no es solo un caso penal, sino una oportunidad histórica para que el país mire de frente los hechos que han estado en el centro del conflicto: paramilitarismo, persecuciones políticas, interceptaciones ilegales, y alianzas criminales con estructuras armadas.

Quienes han apostado por la paz desde la firma del Acuerdo creen que la verdad no puede seguir siendo sacrificada por cálculos políticos. Y que la dignidad de las víctimas no puede seguir esperando.

Sin justicia, no hay paz duradera

Desde el Congreso, el senador Julián Gallo reitera su respaldo a una justicia que avance sin miedo, con independencia y con rigor. El juicio a Álvaro Uribe Vélez es un paso indispensable para cerrar las heridas del pasado, honrar a las víctimas y garantizar que los hechos que marcaron los años más oscuros del país no vuelvan a repetirse.

Compromisos con la paz y la reconciliación 

Julián Gallo Cubillos

El Coro de Hijos e Hijas de la Paz: un símbolo vivo del acuerdo

En el camino de la reconciliación, también hay espacio para la esperanza y los gestos simbólicos que tocan el alma. Por eso impulsamos la creación del Coro de Hijos e Hijas de la Paz, una iniciativa que busca visibilizar a niñas, niños y jóvenes nacidos en el marco del Acuerdo, como semillas de un país nuevo.

El coro ha sido protagonista en actos conmemorativos recordándonos que la paz también se canta, se educa y se transmite entre generaciones.

Me llena de orgullo decir que mi propia hija, nacida tras la firma del Acuerdo, hace parte de este coro. Su voz, como la de muchas otras y otros, nos recuerda por qué luchamos: porque la paz no es solo un legado, es una promesa que debemos cumplirles.

Reconciliación: una apuesta de país

Reconciliar no significa olvidar, ni tampoco negar el conflicto. Significa asumir responsabilidades, reconocer al otro y construir un futuro compartido. Por eso, hemos defendido iniciativas que promuevan el respeto por la diferencia, la memoria histórica, y la participación de todos los sectores, incluidas las víctimas, los firmantes del acuerdo y las comunidades más afectadas por la violencia.

Reconciliar también es luchar contra la estigmatización. En un país polarizado, donde la paz sigue siendo blanco de ataques, es urgente fortalecer la pedagogía social y política para comprender lo que significan el perdón, la verdad y la justicia restaurativa.

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Un camino de coherencia política y ética

Como firmante del Acuerdo de Paz y actual senador de la República, mi compromiso con la reconciliación nacional, la justicia social y la implementación integral del Acuerdo no es solo político, sino también ético y personal. Defender la paz no es una tarea del pasado: es una responsabilidad presente que exige acciones concretas desde las instituciones.

Desde el Congreso, y especialmente desde la Comisión de Paz del Senado, hemos asumido este compromiso impulsando leyes, acompañando debates y escuchando a las comunidades que más han sufrido los efectos del conflicto armado.

Implementación real: de los compromisos al cumplimiento

El Acuerdo de Paz firmado en 2016 trazó una hoja de ruta ambiciosa: transformar las condiciones estructurales que dieron origen al conflicto armado. Aunque se han logrado avances importantes, aún existen retos significativos para llevar a cabo su implementación integral y efectiva.

Desde el Congreso hemos insistido en:

  • El cumplimiento del Punto 1 sobre Reforma Rural Integral y el acceso a la tierra.
  • La defensa del Punto 2 sobre participación política, con garantías reales para líderes sociales y comunidades.
  • El fortalecimiento del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, con énfasis en la JEP.
  • La continuidad del programa de sustitución de cultivos de uso ilícito, con enfoque de derechos y sostenibilidad.


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Garantías para líderes sociales: un compromiso pendiente

Julián Gallo Cubillos

Liderar en Colombia: una labor de alto riesgo

Ser líder o lideresa social en Colombia implica, muchas veces, enfrentar amenazas, estigmatización y, en el peor de los casos, perder la vida. Quienes defienden los derechos humanos, exigen justicia social o luchan por la tierra y el territorio, lo hacen con valentía, pero sin garantías.

A pesar del Acuerdo de Paz y del compromiso del Estado, las cifras de violencia contra líderes sociales siguen siendo alarmantes. Cada amenaza o asesinato no solo vulnera un derecho fundamental, sino que debilita la democracia y obstaculiza la reconciliación nacional.

El Acuerdo de Paz lo dejó claro: proteger a quienes protegen

El Punto 3.4 del Acuerdo de Paz establece compromisos claros sobre garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones sucesoras del paramilitarismo. Y el Punto 2, sobre participación política, reconoce que sin condiciones de seguridad, la participación es imposible.

Esto incluye:

  • Medidas de protección colectiva e individual.
  • Investigación y sanción efectiva contra los responsables.
  • Reconocimiento público a la labor social y comunitaria.
  • Presencia institucional integral en los territorios.

Sin embargo, muchos de estos compromisos siguen sin cumplirse. La implementación integral del Acuerdo de Paz no puede seguir postergándose, especialmente en lo que respecta a la vida y el ejercicio libre de la ciudadanía.

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Desde el Congreso: exigencia, control político y propuestas

Desde mi labor como senador y firmante del Acuerdo de Paz, he insistido de forma permanente en:

  • El fortalecimiento del sistema de protección para líderes sociales, incluyendo enfoques diferenciales por género, territorio y tipo de liderazgo.
  • La evaluación crítica de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y su reforma urgente.
  • La necesidad de establecer alertas tempranas con capacidad de respuesta inmediata.
  • La creación de una Política Pública de Protección Integral y Participativa.

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No se puede hacer política con miedo

Cuando un líder social es asesinado, no solo se apaga una voz: se rompe el tejido comunitario y se paraliza el ejercicio de la participación democrática. En muchas regiones del país, la política se sigue haciendo bajo amenaza, y esto es inaceptable en un Estado de derecho.

Garantizar la vida de quienes ejercen liderazgos sociales no es solo una obligación legal; es una condición ética y política para que la paz sea posible.

Que ser líder no cueste la vida

Colombia necesita una democracia donde nadie tenga que morir por pensar distinto, por organizar a su comunidad o por defender un derecho. La paz no puede construirse sobre el miedo.

Desde el Congreso, seguiremos alzando la voz, haciendo control político y proponiendo medidas concretas. Porque garantizar la vida de quienes lideran es garantizar la vida de la democracia misma.