Compromisos con la paz y la reconciliación 

Julián Gallo Cubillos

El Coro de Hijos e Hijas de la Paz: un símbolo vivo del acuerdo

En el camino de la reconciliación, también hay espacio para la esperanza y los gestos simbólicos que tocan el alma. Por eso impulsamos la creación del Coro de Hijos e Hijas de la Paz, una iniciativa que busca visibilizar a niñas, niños y jóvenes nacidos en el marco del Acuerdo, como semillas de un país nuevo.

El coro ha sido protagonista en actos conmemorativos recordándonos que la paz también se canta, se educa y se transmite entre generaciones.

Me llena de orgullo decir que mi propia hija, nacida tras la firma del Acuerdo, hace parte de este coro. Su voz, como la de muchas otras y otros, nos recuerda por qué luchamos: porque la paz no es solo un legado, es una promesa que debemos cumplirles.

Reconciliación: una apuesta de país

Reconciliar no significa olvidar, ni tampoco negar el conflicto. Significa asumir responsabilidades, reconocer al otro y construir un futuro compartido. Por eso, hemos defendido iniciativas que promuevan el respeto por la diferencia, la memoria histórica, y la participación de todos los sectores, incluidas las víctimas, los firmantes del acuerdo y las comunidades más afectadas por la violencia.

Reconciliar también es luchar contra la estigmatización. En un país polarizado, donde la paz sigue siendo blanco de ataques, es urgente fortalecer la pedagogía social y política para comprender lo que significan el perdón, la verdad y la justicia restaurativa.

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Un camino de coherencia política y ética

Como firmante del Acuerdo de Paz y actual senador de la República, mi compromiso con la reconciliación nacional, la justicia social y la implementación integral del Acuerdo no es solo político, sino también ético y personal. Defender la paz no es una tarea del pasado: es una responsabilidad presente que exige acciones concretas desde las instituciones.

Desde el Congreso, y especialmente desde la Comisión de Paz del Senado, hemos asumido este compromiso impulsando leyes, acompañando debates y escuchando a las comunidades que más han sufrido los efectos del conflicto armado.

Implementación real: de los compromisos al cumplimiento

El Acuerdo de Paz firmado en 2016 trazó una hoja de ruta ambiciosa: transformar las condiciones estructurales que dieron origen al conflicto armado. Aunque se han logrado avances importantes, aún existen retos significativos para llevar a cabo su implementación integral y efectiva.

Desde el Congreso hemos insistido en:

  • El cumplimiento del Punto 1 sobre Reforma Rural Integral y el acceso a la tierra.
  • La defensa del Punto 2 sobre participación política, con garantías reales para líderes sociales y comunidades.
  • El fortalecimiento del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, con énfasis en la JEP.
  • La continuidad del programa de sustitución de cultivos de uso ilícito, con enfoque de derechos y sostenibilidad.


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Educación rural y participación: claves para una democracia territorial

Julián Gallo Cubillo

La educación rural como derecho y como base para la paz

En Colombia, la educación rural ha sido históricamente olvidada. Durante décadas, miles de niños, niñas y jóvenes en el campo han enfrentado barreras de acceso, precariedad en la infraestructura y ausencia de oportunidades de formación pertinente para su contexto. Pero más allá del derecho básico a la educación, lo que está en juego es algo mayor: la posibilidad de construir una democracia territorial, inclusiva y participativa.

El Acuerdo de Paz lo dejó claro: garantizar una educación con enfoque territorial es esencial para cerrar brechas, fortalecer el tejido social y permitir que las comunidades rurales ejerzan su ciudadanía de forma activa.

Educación y participación: un binomio para la transformación

Cuando hablamos de participación política, no solo nos referimos a votar. Se trata de que las comunidades puedan incidir en las decisiones que afectan sus vidas. Y para ello, la educación es fundamental: forma liderazgos, fortalece la organización social y genera pensamiento crítico.

Una educación rural con enfoque diferencial debe:

  • Reconocer los saberes ancestrales y campesinos.
  • Incorporar la historia del conflicto armado y la construcción de paz.
  • Preparar a los jóvenes para defender sus derechos y aportar a sus territorios.

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Impulso a la educación como derecho territorial

Desde el Congreso de la República hemos acompañado propuestas legislativas y debates que exigen una política educativa pensada para el campo.

Como senador y firmante del Acuerdo, he defendido:

  • La necesidad de financiación adecuada para la educación rural, con acceso digno a tecnología, conectividad y formación docente.
  • La articulación entre educación y desarrollo territorial, como vía para la paz sostenible.
  • El fortalecimiento de las escuelas como espacios democráticos, de participación, memoria y reconciliación.

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Educar para quedarse: evitar el desarraigo

Uno de los grandes desafíos en los territorios rurales es el desplazamiento forzado, tanto por la violencia como por la falta de oportunidades. Una educación pertinente y de calidad puede ser una herramienta para que los jóvenes no tengan que abandonar sus tierras, sino que puedan formarse allí mismo para transformar su entorno.

Apostarle a la educación rural es apostar por el arraigo, la dignidad y el futuro del campo colombiano.

Sin educación rural no hay democracia verdadera

La justicia social comienza por reconocer que no puede haber ciudadanos de segunda categoría. El campo colombiano merece las mismas oportunidades que las ciudades. Y sin educación rural digna, no es posible construir una democracia participativa ni consolidar la paz.

Seguiré trabajando desde el Congreso para que el derecho a la educación sea una realidad en todos los rincones del país.

Lanzamos nuestra nueva página web este 1° de Mayo: una herramienta para construir, escuchar y actuar

Este 1° de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras, lanzamos con entusiasmo el nuevo sitio web del senador Julián Gallo: un espacio pensado para acercarnos más a ustedes, fortalecer los canales de comunicación, y seguir trabajando por las transformaciones que necesita nuestro país.

No es casualidad que hayamos elegido esta fecha. El 1° de mayo no es solo una jornada de conmemoración: es un recordatorio de la lucha colectiva, de la dignidad, de los derechos conquistados a través de la organización y la esperanza. Así como los trabajadores y trabajadoras en todo el mundo siguen defendiendo mejores condiciones de vida, desde nuestro lugar seguimos empeñados en construir una Colombia más justa, más democrática y en paz.

El senador Julián Gallo representa ese compromiso: su historia de vida es la de alguien que ha luchado y que ha sabido también tender puentes hacia la reconciliación, hacia el diálogo y la solución política de los conflictos. Hoy, desde el Senado, trabaja cada día para honrar el Acuerdo de Paz, impulsar la participación política, defender los derechos humanos y levantar las voces de quienes históricamente han sido excluidos.

Esta nueva página web es mucho más que una vitrina digital: es un punto de encuentro. Aquí podrán encontrar información sobre su gestión legislativa, análisis de coyuntura, propuestas de ley, noticias de interés y espacios de participación directa. Queremos que esta plataforma sirva para escucharnos mutuamente, para que cada inquietud, cada idea y cada propuesta que ustedes tengan encuentre un eco y una respuesta.

Porque creemos que un verdadero representante no habla solo por su cuenta: habla con y desde su gente. Y porque creemos que el trabajo por la paz, la justicia y la igualdad no se limita a los discursos, sino que se construye día a día, con cada acción, con cada palabra y con cada compromiso cumplido.

Les damos la bienvenida a esta nueva casa digital. Que sea, como el 1° de mayo, un símbolo de esperanza, de trabajo colectivo y de futuro.

¡Bienvenidos y bienvenidas!